Otra letra más que me apunto para la colección, de esas que tenÃa delante de las narices y ni me habÃa dado cuenta. Está en los cristales de la bajada al aparcamiento de Castelar. Acostumbrado a ver las letras en metacrilato pegado a las paredes no habÃa caÃdo que ésta era la representante de la «N» en el «AquÃ, Ahora, Abecedario«.
Además es curioso porque parte de la palabra está en un sentido, parte de la palabra está en el sentido contrario y ambas unidas conforman un mensaje que entendemos todos a la primera.
Aunque lleve años ahà cada dÃa es más actual, porque das una patada a una piedra y te salen de debajo tres o cuatro polÃticos cobrando comisiones ilegales, cobrando dietas a pesar de tener tres o cuatro pisos en su ciudad de trabajo o adjudicando obras con sobreprecio a los amigotes, que para eso están los conocidos.
Una más y una menos se llama la entrada porque creo que hemos de dar el adiós a una de las palabras que ya he fotografiado. En la peluquerÃa de Alex Arroyo del centro de Santander tenÃan «Mulier» sobre el dintel de la puerta.
Han reformado la entrada, cambiado la puerta, repintado el frontal y la palabra ha desaparecido, no sé si temporalmente o (me temo) definitivamente. Seguiremos informando.
Estos dÃas atrás estuvieron de obras en la oficina de los prácticos del puerto donde reside la palabra «viva!«. Tuvieron toda la caseta rodeada de andamios con telas protectoras verdes y visto lo visto supuse que esta entrada se acabarÃa llamando «Una más y dos menos». Por suerte respetaron el «viva!» y allà sigue esperemos que por mucho tiempo.
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