Ventajas del ajo morado

Hallábame este lunes el porche de mi casa hablando por teléfono con mi madre para planificar nuestra semana dependiendo de la situación mundial cuando aparca justo delante un vinículo, también conocido como ortomóvil, del cual se baja una persona humana perteneciente a la etnia gitana, o cómo también son conocidos entre aquellos cuyo coeficiente de inteligencia es mínimamente normal, un gitano. El susodicho venía cargado de ristras de ajos lo cual, por poco habitual, me hizo pensar si en nuestro ayuntamiento habrían contratado un espantador de brujas municipal con cargo al PlanE y esta semana le tocaba nuestro barrio.

Interrumpí la conversación materna porque el señor gitano me dijo si quería comprar ajos morados de Palencia, los mejores ajos que hay. Yo, que aprobé Ajología en COU copiando siempre de mi compañera de pupitre, no tuve mejor idea que preguntarle para qué se utilizaba aquello. El señor gitano me puso una cara como pensando que se había encontrado al más tonto del barrio y en cualquier momento verás como me acaba llamando «persona perteneciente a la etnia gitana». «Pues pa cociná…», me dijo, «y así voy sacando una ayudita pa la familia». Bueno, pues déme una ristra buen hombre que en todo caso servirá para espantar a mi suegra si pasa volando con su escoba por aquí cerca. Fijaros qué compra más fotogénica que casi parece un cuadro:

Ya puestos, y conocida mi legendaria curiosidad, quise saber porqué los ajos morados son tan buenos y tan especiales. Le pregunté al señor Google que me remitió a ésta página según la cual el ajo morado viene a ser el descubrimiento más importante del mundo mundial después del fuego (va primero porque sirve para calentar el ajo morado) y no os perdáis la importantísima frase, «Los estudios también han arrojado resultados sobre los efectos vasodilatadores que tiene en el cuerpo cavernoso del pene humano, con resultados similares a los obtenidos con el fármaco Viagra». Qué injusta es la vida. Te comes un cabeza de ajos morados, te entra el efecto Viagra y probablemente acabes como el del chiste, echándote Réflex en el codo dislocado porque no va a haber fémina que se quiera acercar a tu aliento por mucho que el abultamiento del pantalón sea digno de convertirte en el sucesor oficial del mismísimo Rocco Siffredi.

No quisiera despedirme sin dar mis más sinceras disculpas a todos esos defensores del lenguaje políticamente correcto y la vida de encefalograma plano por lo crudo y descarnado que puede resultar a veces este blog y por las molestias que les haya podido causar la lectura de esta entrada, pero es que uno es así desde pequeñito de modo que son escasas las probabilidades de cambio a estas alturas de la vida. Si no quieren seguir sufriendo les recomiendo que se pasen a la web de Hello Kitty, que seguramente será más de su agrado y menos propenso a causarles una angina de pecho. Huy, no he dicho pecho, he dicho una angina de caja torácica.

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