Viva la gula

Yo sigo a lo mío, que es no dejar pasar una sola oportunidad de ponernos morados por cuatro duros gracias a los de Oferplan o similares. La penúltima se me había quedado en el tintero. Vi anunciado un menu degustación de cinco platos, postre, bebida y café para dos por veinte euros, tiempo me faltó para apuntarme. Aquí está el anuncio del restaurante «Nuevo Mundo» de Santander, situado cerquita del estadio aunque un poco escondido en una calle sin salida.

Pasamos a lo importante, lo comestible. Viene el primero de la tarde, pastel de cabracho. Abundante, rico, con ésto y otra ración casi hubiera comido ya.

De la segunda lo siento pero no hay foto. Llegaron unas setas pequeñitas con pimientos asados y virutas de jamón. Una pinta, un olor, un aspecto, nos lanzamos sobre ellas y cuando quise sacar la foto se volvía ya el plato vacío camino de la cocina. Mala suerte que os quedáis sin verlas, pasamos directamente al tercero que venía siendo un revuelto de morcilla con queso de cabra. Idem de idem, a los dos minutos no quedaba ni el recuerdo. No sé si la morcilla sería palentina o burgalesa, pero estaba impresionante.

El cuarto y quinto eran para compartir, además de pura gula porque sitio ya iba quedando poco en el estómago. Merluza rellena en salsa de espinacas y cordero relleno.

Para rematar, postres ligeritos porque con todo lo que llevábamos más una botella de rosado, el domingo iba camino de la indigestión.

Aquí hay postre… aquí ya no hay postre. Cafecito y rematamos la faena.

Según el anuncio la comida costaría normalmente cuarenta euros y descontaban un 50%. Por curiosidad se me ocurrió sumar el precio en carta de los elementos que componían el menú a ver si el anuncio era realista o se tiraban el pegote y efectivamente, sumados todos los elementos andaba la cosa sobre los cuarenta euros. Pues mira qué bien nos salió el asunto, porque comer hasta casi reventar por diez euros cada uno no es algo que se vea todos los días.