Lo de Woody Allen y Oviedo es la historia de un amor y un desamor. En 2002 le concedieron el Premio PrÃncipe de Asturias de las Artes y dedicaron una estatua de bronce en la calle Milicias Nacionales. El director participó incluso en una campaña publicitaria turÃstica en la que animaba a visitar Asturias para evadirse de lo feo del mundo.
Primero fueron unos problemillas de vandalismo en que le rompÃan la gafas a la estatua, quizá remedando lo que le pasaba en la pelÃcula «Toma el dinero y corre». Tras las declaraciones de la hija de Woody Allen diciendo que su padre la violaba desde los siete años se acabó el amor y bienvenido el odio, envolvieron la estatua en una bolsa de basura, la llenaron de pegatinas con la inscripción «Fuera pederastas» y han pedido reiteradamente su retirada.
Woody Allen se defiende como puede de las imputaciones alegando que la niña está manipulada por su ex-mujer (Mia Farrow), nunca ha sido formalmente acusado ni juzgado, el tema parece estar de todo menos claro y sabe dios cómo acaba la estatua.