Ultima visita a Bilbao. Mientras la gente se va a ver el Guggenheim, el paseo de la Ria, el casco viejo y todo eso, como ya me lo tengo más que visto ¿a qué me dedico?
Pues a lo mÃo, al picoteo, al ataque de las barras llenas de pinchos, a probar sabores y mezclas desconocidos hasta el momento. Berenjenas con mejillones… rollitos de ibérico… ñññaaammm…
Luego cafecito en alguna pastelerÃa y al ataque de las especialidades locales, internacionales o del mundo entero, da igual, que soy de buen diente y no le hago ascos a nada.
En realidad también me pegué una buena caminata porque otra cosa no seré, pero andarÃn un rato largo. Me metà por un barrio por el que nunca habÃa pasado y me llevé unas cuántas sorpresas (todas con foto e irán saliendo por aquÃ). Pero claro, andar abre el hambre que no veas y si el cuerpo es como un motor hay que meterle gasolina o no se mueve.