En Galicia solÃa fijarme bastante en los animales, y aunque vivÃa en una zona completamente rural, como me pasaba la semana prácticamente en Vigo y el fin de semana casi siempre de excursión, poco contacto tenÃa con el bicherÃo de la zona. Lo que más recuerdo eran ovejas, aquella perdiz que se coló en mi jardÃn, el dÃa que la parienta encontró una serpiente de metro y medio en una esquina de la finca o sacar a los perros por un prado de los alrededores y volver con ellos llenitos de garrapatas, un bicho que nunca habÃa visto antes y que me da un asquito que no veas. En cuanto a pajaritos, lo normal eran los gorriones, mirlos y urracas.
Aquà vivo en una casa con un terreno bastante más pequeñito asà que en cuanto puedo me llevo a los perros de paseo. Doscientos metros hacia abajo tengo una carretera general, doscientos metros hacia arriba una zona de campos y prados. Uno de los primeros dÃas un insecto palo me contemplaba desde la ventana de la cocina. Sentado al sol en el porche de mi casa he visto un montón de aves rapaces, e incluso alguna atacada por tres cuervos a la vez. Por la noche veo pasar silenciosamente alguna lechuza blanca. Gorriones he visto pocos, pero petirrojos un hartón. Cuando voy de paseo estoy feliz porque puedo soltar los perros en los prados de los alrededores y aún no he visto ni una garrapata. Lo mas normal por aquà son las explotaciones vacunas y me ha sorprendido un montón que muchas veces comparten prado con una especie de garzas pequeñas y muy asustadizas, en cuanto te acercas para sacar una foto escapan rápidamente. En cambio las vacas no les hacen ni caso.
Además de vacas suelo ver caballos, y de cuando en cuando, monadas como ésta. La madre se dejaba acariciar sin problema, el pequeñito se dejaba fotografiar y para el carro. Espérate que le lleve unas zanahorias y verás si se deja acariciar o no.