Tócate las narices con la pedazo escultura plantada en el paseo nuevo de San Sebastián. Hay que ver cómo le gustan a estos vascos las estatuas enormes con toneladas y toneladas de hierro oxidado (véase la del ayuntamiento de Bilbao, el peine de los vientos que sacaré aquà algún dÃa, otras de Zarauz, etc).
Creada por Jorge Oteiza (el mismo que la del ayuntamiento de Bilbao) está compuesta por dos piezas de 12,5 y 10,5 toneladas. Lo ideal para que te caiga sobre el dedo meñique del pie. Es la reproducción en gigante de una pieza presentada en la Bienal de Sao Paulo en 1957. Según dice un cartel allà al lado, son «cuatro unidades planas positivo-negativo ubicadas allà para convertirse en una puerta que San Sebastián abre al mar». Jodó… y yo que veÃa a una monja charlando con un E.T. que lleva una pistola…
Bajo la obra de arte habÃa un montón de chavales con un post-it pegado en la frente. O bien es para recordar cómo se llaman o jugaban a algo pero no podrÃa decir a qué. Unos dÃas después lo supe viendo «Malditos Bastardos» de Quentin Tarantino. Sólo espero que el juego de éstos acabara mejor que el de la pelÃcula, porque sabiendo cómo es ese director aún deben estar limpiando toda la sangre derramada en la siguiente escena.