Hace casi un par de añitos ya os habÃa hablado sobre unos dulces que compraba en Liérganes. Los tenÃan en «La huertuca de Liérganes» y procuraba no ir demasiado porque están de un bueno que es imposible dejarlos en el plato. Los hacen unas monjas de Toledo, son asà como de hojaldre humedecido ligeramente en aguamiel y palabrita que una vez probados no puedes vivir sin ellos, comerse uno o dos junto con el café al acabar la comida es gloria bendita. Además ahora he malacostumbrado a las visitas y cuando vienen a comer a casa ya no piden, ¡exigen que haya de estos!
Para desgracia mÃa y de mi báscula, los mismos dueños de la tienda de Liérganes abrieron hace un año en Solares «El Ferial» (en la rotonda al lado de la gasolinera de Cepsa). También tienen los hojaldres de mi perdición y ahora me paso por allà cada dos por tres aprovechando que me queda bastante más cerca de casa. Asà no habrá quien haga la operación bikini pero me da igual, a mi estos que no me los quiten.