Con esto de tener Liérganes cerca de casa y de donde curra mi mujer, cada dos por tres allà estoy para dar una vuelta y estirar las piernas. Lo mismo me voy al paseo del hombre pez, que al puente sobre el rÃo o me doy un garbeo a lo lejos para fotografiar su iglesia, que queda encima de una pequeña colina.
Aquà está, iglesia en lo alto, aparcamiento alrededor, farola, nada especialmente vistoso pero ya que estoy por allÃ, aprovecho que las fotos con una cámara digital salen gratis (si no ya estarÃa arruinado dos o tres veces).
En realidad es una excusa como otra cualquiera porque siempre acabo en el mismo sitio, una tienda de frutas y verduras donde suelen tener unos pasteles a cada cual más buenos. El año pasado eran las cañas de crema, este año trajeron dulces hechos por unas monjas de Toledo que están de rechupete (los dulces me refiero). Los primeros en caer fueron una especie de lacitos de hojaldre humedecidos en miel que estaban de morirse. Dulces pero no empalagosos, humedecidos pero no empapados, ya estoy pensando qué dÃa de esta semana puedo hacer una escapadita para ir a por más y de paso traerme polvorones de almendra, que tenÃan una pinta impresionante.
Me parece que éste va a ser un invierno de muchas discusiones entre la báscula y un servidor…
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