De playa en Noja

Este verano digamos que fue un poco raro. Cuando debería estar pensando en playa, sol, calor, cervecitas, no pegar un palo al agua y esas actividades notoriamente veraniegas, primero me las tuve que ver con una otitis y luego con un resfriado que me costó dios y ayuda quitarme de encima. Como la parienta es de esas personas solidarias, una vez me iba pasando la otitis empezó ella con lo mismo y pasado el resfriado, pillo uno ella también. Total, que cuando me quise dar cuenta estábamos adentrándonos en agosto, ni había pisado la playa y el verano estaba más que mediado. Nos pegamos un par de viajecillos y un fin de semana aprovechamos un apaño de la parienta para quedarnos en el Hotel Marítimo Ris. Ay, madre, que me han reconciliado con la especie humana. Qué sitio más majo, qué atención, qué amabilidad, qué piscina, qué habitación… para ilustraros un poco, el hotel es ese edificio del centro. Los dos a ambos lados son apartamentos del mismo grupo hotelero. A diez metros de la mismísima playa de Ris. Cruzas la carretera, bajas una duna, plantas la toalla y ahí me las den todas.
Playa de Noja I
Las vistas de la habitación, una gozada. Teníamos terraza con mesa y dos sillas, te sentabas tranquilamente al atardecer y ya podía caerse el mundo que yo estaba en la gloria. Si, esa urbanización es aquella de Isla que parece un volcán.
Playa de Noja II
El sábado un día de precioso. Hubo playa, papeo de película, piscina, estaba Noja en fiestas así que nos fuimos a dar una vuelta por el centro mientras actuaba, no os lo perdáis, Al Bano, al que debieron desmomificar expresamente para la actuación. Para que veáis qué cosas le preocupan a los políticos, el pleno del ayuntamiento de Noja tuvo que reunirse de urgencia para aprobar una modificación del crédito y poder pagar el concierto. Para otras cosas no, ¿pero para fiestas? Para eso siempre hay pasta… Si, si, reiros, reiros, como si los concejales lo pagaran de su bolsillo cuando en realidad sale de los nuestros…

El domingo amaneció bastante cubierto, aunque con buena temperatura. Nos fuimos a dar una vuelta por la playa hasta que levantaron las nubes y se volvió a quedar otro día precioso. Repetimos papeo y a dormir la siesta en la arena se ha dicho. Podíamos haber aprovechado para seguir piscineando porque en el hotel nos habían comentado que aunque hubiéramos dejado ya la habitación, si queríamos podíamos pasar a bañarnos sin problema. De hecho el coche se quedó en el garaje del hotel hasta las siete de la tarde, algo que agradeces un montón y que ya podían aprender otros hoteles porque vamos, viendo las instalaciones y el trato, aquí han ganado un fan incondicional y si alguien me pregunta por un buen hotel en Noja tengo clarísimo qué contestar.
Playa de Noja III
Por cierto, septiembre, mes del Mundial de Vela, mes con un tiempo de película… mes bajo mínimos por un resfriado que nuevamente me costó dios y ayuda quitarme de encima. Creo que he tomado más antibióticos estos tres últimos meses que en los tres últimos años. Esperemos que mejore la cosa ahora que entramos en la época otoño-invernal que es cuando más disfruto con la cámara, sera cuestión de coger carrerilla con los cocidos montañeses para ir juntando vitaminas y que los virus no me afecten.

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