Día de islas

En la bahía de Santander hay unas cuántas islas, cada una con su nombre respectivo. La más famosa, con diferencia, es la Isla de Mouro que preside la entrada a la bahía con su faro. No digo más porque ya ha salido aquí unas cuántas veces.

Otra también muy conocida es la Isla de la Torre, situada frente a la playa de la Magdalena, al sur de la península donde está el Palacio de la Magdalena.

Allí construyeron la Escuela Cántabra de Vela y a mi me parece curiosísima, porque no tiene conexión por tierra. Estaba acostumbrado a ver las escuelas de actividades náuticas siempre en los puertos o alrededores donde la gente trae su barquito en el remolque y lo mete en el agua o se lo lleva haciendo la misma faena pero a la inversa. Aquí no, aquí tiene que ser todo por mar.

Estas dos las vi en sesión mañanera. De tarde aproveché para darme un garbeo por una ruta que acaba al pie del oleoducto que cruza media bahía y por el camino se pueden ver la Isla de La Hierba y la de Marnay, también conocida como de los Ratones. Son estas dos que se ven en la foto, con el oleoducto a la derecha cruzando hacia el centro de la bahía.

Vista de la Isla de la Hierba, pequeñita, con una ruina en lo alto que por supuesto visité y cuyas fotos se queda para otra entrada.

Para acabar, foto de la Isla de los Ratones. Aún más pequeña, con otra ruina en lo alto y según parece cumplió funciones de polvorín hace tiempo. No me extraña, tras lo del Cabo Machichaco yo también trataría de alejar lo más posible del centro de la ciudad todo aquello que pudiera explotar con más fuerza que un petardo carnavalero.