Hace tiempo que no tratamos un tema tan importante para la humanidad como es la aparición de candados aquÃ, acá y acullá asà que retomaremos el tema una vez más. Lo mismo que no pude dejar de sorprenderme al ver un candado marca Dongchang sobreviviendo un par de años a la corrosión marina, también me sorprendió ver otro de similar factura pero marca Leiva prendido a una barra en el mirador del túnel de Laredo y hecho una verdadera piltrafa. Lástima no poder leer la inscripción para ver cuánto tiempo llevaba allà puesto y poder observar más claramente los efectos del mar sobre los metales.
A todos los que soñáis con tener una casita a pie de playa, soñar también con una buena pasta para pagar deshumidificadores, quitar salitre y reparar todo lo metálico cada cierto tiempo.