Esta es la continuación de aquella primera entrada donde iba describiendo el recorrido por las cuevas de Ojo Guareña. Ese mismo dÃa nos pasamos por Puentedey, pueblo que queda allà al lado y sin ser gran cosa sà que es bien llamativo por estar situado justo encima de una roca que el rÃo ha ido horadando y atraviesa por debajo.
El agujero es transitable, paseable y puede uno incluso aprovechar un dÃa caluroso para chapuzar en el agua fresquita y cristalina del rÃo o en su defecto para meter los pies un rato en caso de que vengas de pegarte una caminata anterior. También puedes usarlo para lavarte los pies, disimular la peste y no tener que ducharte un dÃa más, aunque en ese caso te recordarÃa aquella canción de los Ilegales que decÃa «hay una cosa que se llama jabón, mata los piojos y te quita el olor».
Una vez cruzamos al otro lado, el panorama es similar con las casas en todo lo alto, piedras, rÃo y arbolitos. En caso de pasar cerca del pueblo, apuntarlo como otro a la lista de parar y visitar.