El dÃa que hablé de la sidra cántabra os mostré cómo era un escanciador automático. Recientemente pasamos por Unquera y pude ver el que por méritos propios más que sobrados merece ser nombrado el escanciador más horroroso del planeta. Es que ni una palabra más, a la imagen me remito y recordar que puede ser ideal como regalo de bodas para esa pareja a la que tan poco cariño les tenéis. Os odiarán toda la vida pero verles la cara que se les quedará cuando lo abran no tiene precio. Para todo lo demás, Mastercard.
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