El parque de doña Casilda

Las veces que me paso por Bilbao y vamos al centro procuro aparcar en las inmediaciones de un parque bastante grande que hay cerca del cristo de los dorados. Aquí suele ser fácil encontrar aparcamiento y en cuanto te metes por calles más céntricas la cosa se complica bastante así que llego, dejo ahí el coche y venga a usar las piernas que para algo tengo dos.

Ese lugar se llama «Parque de doña Casilda». Nunca me había preguntado quien sería la tal doña Casilda hasta que me fijé en una estatua en una esquina del parque, una columna con un busto en lo más alto y su fuente en la parte de abajo, algo fundamental porque la posibilidad de ducharse suele alejar a los garrulos que se acerquen con ganas de romper o pintar.

Una inscripción en la base de la columna hace saber que monumento y parque están dedicados a doña Casilda de Iturrizar, viuda de Tomás de Epalza. Hala, a la Wikipedia para enterarme que fue la mujer de uno de los fundadores del BBVA y en vez de gastarse los dineros en viajes a las Seychelles, diamantes y Porsches Cayennes lo utilizaba como benefactora de los desfavorecidos de la ciudad. Financió escuelas, creó becas, ayudó a congregaciones religiosas y en su testamento dejó sus buenos dineros para la Casa de Misericordia y el Hospital Civil. Con razón le han dedicado ese parque y una de las calles de la ciudad.