En Bilbao, muy cerquita del Guggenheim, podemos encontrar el puente de la Salve que visualmente me encanta con ese aspecto de muñeco de videojuego antiguo.
Antes de la creación del museo era un puente normal, con forma de puente y todo eso, pero en 2007 tuvieron el acierto de reformarlo y darle su nuevo aspecto. Ahora se puede aprovechar para engrandecer como fondo las tÃpicas imágenes que se sacan en los alrededores del Guggenheim y sus pelotitas plateadas.
O incluso con la araña gigante de la parte posterior. Araña, puente asà de llamativo, no me digáis que no es una ciudad curiosa.
Incluso si nos vamos a la avenida de enfrente y tenemos un dÃa soleado, podemos jugar con los reflejos del puente sobre los cristales de algún edificio. ¿Véis porque siempre dije que el puente de Rande tenÃan que pintarlo de mil colores? Entre un puente gris mustio y un puente como éste no hay color, me quedo con éste cien veces seguidas.
Jé, pedirle a Audasa que pinte el puente de Rande de colores… no renovaban el asfalto y apagaban las farolas de la autopista por la noche para ahorrar, como para pedirle que hagan gasto en pintura…