Alguna de las veces que he pasado por el desfiladero de la Hermida pude ver gente que se dedicaba al rafting en el rÃo Deva. Aquà véis a unos con la barca aparcada en la orilla.
Y aparcaban porque iba a dedicarse a uno de los entretenimientos más divertidos que hay: pegar saltos al agua desde el puente.
A mi estas actividades me encantan, pero parece que no son del gusto de todo el mundo. Hace unos meses leà en el periódico que habÃa problemas entre las empresas de rafting y los pescadores porque me imagino que cuando pasa una de estas barcas con un montón de gente remando a todo meter, los peces se las piran con viento fresco. A ver si hay suerte, se arreglan y pueden compartir el rÃo entre todos sin conflictos.