Ya vimos el Palacio de Riva-Herrera por fuera y ahora vamos a darnos un paseito por dentro. Cuando llamé a la oficina de turismo para apuntarme a la visita guiada pensé que nos iban a enseñar las salas del Palacio, la historia y algunos detalles de interés. Pues no, lo que te enseñan es el centro de demostraciones de SmartSantander. Mientras esperábamos no pude resistir la tentación de subir las escaleras a ver qué habÃa en el piso de arriba. Oficinas. Todo remodelado y modernito con algún detalle antiguo como el marco de la puerta a la derecha.
Esperábamos aquÃ, en el hall del edificio, junto a un biombo junto a unas pantallas donde podÃas ver unas presentaciones variadas de esas a las que nadie le hace caso.
Pasamos a continuación al centro de demostraciones. Al principio hay una salita de reuniones con aspecto informal.
A su lado un despachito algo más serio. Por lo que nos contaron, estas instalaciones están disponibles para todas las empresas que quieran hacer algo colaborativo con SmartSantander: proyectos, aprovechamiento de datos, de tecnologÃa, etc. Si tienes alguna idea o crees que podrÃas hacer algo de interés, acércate por aquà y charla un rato con ellos, que detrás de todo el tinglado está Telefónica y nunca se sabe donde puede surgir una oportunidad de negocio.
A continuación se pasa a la sala donde te hacen la demostración en si. Dividida en varios sectores te van contando cómo la ciudad está llenita de sensores para todo, temperatura, humedad, hasta los lugares de aparcamiento. Todo eso se monitoriza oficialmente para hacer una ciudad más «sostenible». Si te indican donde tienes sitio para aparcar evitas andar dando vueltas y gastando combustible. Si miden que la humedad es suficiente, se pueden ahorrar regar. ¡Hasta hay sensores para saber si los contenedores de basura no están llenos y se pueden ahorrar la recogida! Y que no te pongan un GPS en el coche, porque entonces pueden controlarte si conduces por encima de los lÃmites, si aceleras mucho, si frenas bruscamente, puntuarte y el conductor menos eficiente… despedido. Esto último no nos lo dijeron pero conociendo a los empresarios ibéricos ya me lo imagino yo.
Casi una hora estuvimos de cháchara. Tecnologicamente fue muy interesante, menos mal que no soy de esos aprensivos de «el gobierno nos quiere tener a todos controlados» porque entonces saldrÃa de aquà medio depre. Y qué bien, por fin pude verle las tripas a una de esas cajas cuadradas de plástico blanco y dos antenas que hay por tantos y tantos lugares de la ciudad.
Vaya decepción. Me esperaba ver dentro un montón de enanitos trabajando con sus portátiles pero en realidad más de la mitad está ocupado por un diferencial como el que tenemos en casa para evitar las subidas de tensión y el resto es una placa base chiquitita (a la izquierda) con dos módulos encima, uno el titular que maneja los datos y otro el suplente usado para pruebas y experimentos. Confirmado: ningún enanito dentro.