Hoy toca un nuevo capÃtulo de esa reflexión que da subtÃtulo a este blog: «con lo tranquilo que yo vivÃa»… me explico: para sacar las fotos que ilustran las diarias reflexiones irreflexivas que podéis leer aquÃ, con la cámara más básica del mercado irÃa más que sobrado. Mal que bien, una cámara, un poquito de Photoshop e irÃamos tirando. O ya puestos hasta con el móvil. Pero ¡ay! Hete aquà que con aquello de que la parienta tiene un blog de moda me vi arrastrado (qué remedio me queda) a sacarle retratos a punta pala con sus vestiditos primero y a empezar a sacar pasarelas, desfiles y otros eventos después. Además la jodÃa no sólo quiere que saque fotos sino incluso pretende que salgan bien, que es lo complicado.
Para ese tipo de faenas mi pobre flash (Nikon SB400) se veÃa claramente desbordado por las bandas y, pobrecico él, pobrecico yo, hacÃamos lo que podÃamos pero de donde no hay no se puede sacar, sus destellos eran claramente insuficientes para alumbrar un desfile con la calidad que las modelos desfiladoras merecen y mi santa requiere. Hora de irse actualizando, me dije, asà que compré un flash Metz 44 AF-1. Empresa alemana, con renombre, dedicada desde muchos años precisamente a esto, flashes con fama de robustos y no tan carisÃsisisimos como el Nikon SB-700 que serÃa más o menos el equivalente. Aquà tenemos un retrato del engendrÃn.
Lás cámaras modernas se supone que son tan listas que «ven» a través del objetivo (sistema TTL) y le comunican al flash lo que están viendo, a qué distancia está y cuánta luz tiene que mandar. El invento ahora ha evolucionado en iTTL (Intelligent TTL) y últimamente en iTTL-BL (Intelligent TTL – Balanced Fill, inteligente a tope con equilibrio la luz entre primer plano y fondo). La releche. La repera. Oficialmente todo esto sirve para enchufar el flash a la cámara y que entre ellos dos se ocupen de todo. Tan sólo apretar el disparador y conseguir una montaña de fotos perfectas, pensé yo… pues no sé si es que me ha tocado la china, si es que tengo mala suerte, si soy lerdo y las cosas inteligentes me rehuyen, el caso es que desde que llevo de los nervios desde que tengo el flash nuevo y bordeando la depresión fotográfica. Pero de noches sin dormir, oiga, dándole vueltas a la cabeza con todos los conceptos habidos y por haber en las fotos con flash.
Si es que a mi esto de los trastos inteligentes que piensan solos nunca me acabó de convencer. Primera sesión de fotos. Unas bien, otras claras, otras oscuras, otras raras. Coño, pues no va ser sólo enchufar el flash y listo, a lo mejor hay que tocar alguna tecla… siguiente sesión, unas bien, otras claras, otras oscuras, otras raras. Leete el manual, leete de nuevo el manual de la cámara, pruebas, mas pruebas, busca en internet detalles sobre el TTL, iTTL, iTTL-BL, acuérdate de la madre hasta del que pone el último tornillo en los flashes Metz, piensa, repiensa, otra sesión y más cosas extrañas, además de forma inconsistente. Unas veces sale una foto perfecta, repites para asegurar y huy, dice el flash que no le vale y sale sobreexpuesta. Un retrato de una persona a un metro, rebotando luz en un techo situado más o menos un metro hacia arriba, las condiciones en que cualquier flash por muy pequeño que sea clava la foto… pues nada, oscurÃÃÃÃÃÃÃsima. Cualquier dÃa lo tiro al suelo y me pongo a bailar un «zapateao» encima a ver si me desahogo un rato porque esto va a poder conmigo. Seguiremos informando. Si alguno está interesado en un flash Metz que se ponga bajo mi ventana porque puede salir uno volando en breve.
Lo único salvable del asunto es que buscando y rebuscando información por todos lados me he topado con un blog más que apetecible: Solofotography. Allà escribe Vampy, fotógrafa aficionada pero con unos conocimientos más que sólidos y, lo mejor de todo, capaz de transmitirlos de forma fácil y amena. Me lo apunto en la lista de los blogs a seguir porque de aquà sólo pueden salir cosas buenas (no como con el mÃo).