La última vez que pasé por allà fue cuando visitamos las cuevas del Monte El Castillo. Finalizamos la visita justo a la hora de comer asà que nos bajamos al pueblo y aparcamos en un parking grandote al lado de la carretera de subida a las cuevas. Ya que no conocÃa ni tenÃa referencia de ninguno de los restaurantes, vimos uno justo enfrente llamado «La Tabernuca» y allá nos fuimos. Cayó un menú de dos platos, postre, vino y café por menos de diez euros cada uno que aún estoy alucinando con que a dÃa de hoy se pueda comer bien por ese precio.
En fin, hecha una reseña de lo importante (el papeo) pasamos a los temas de relleno de la entrada (arquitectura y monumentos). Para quien no conozca Puente Viesgo, recomendable darse una vuelta por sus calles. Además del Gran Hotel hay otros edificios interesantes, como pueda ser una iglesia que se divisa precisamente desde delante del hotel.
Aquà está otra vista de la iglesia, con el portal negro que es la entrada al ayuntamiento y esa pilastra cuya principal función parece ser la de sostener la placa que da nombre al «Paseo Juan Hormaechea», dos veces presidente de Cantabria.
El ayuntamiento… eso sà que es cosa fina. Bonito, cuidado, sólo les falta poner una terracita fuera con servicio de bar y tendrÃan a todo el pueblo allà metido porque vamos, pedazo chalecito tienen. Si lo hacen hasta yo les mando el curriculum porque rÃete tú de las oficinas de Google.