Expediente X casero

Tener una casa es sinónimo de entretenimiento. Ya no por lo que la puedas disfrutar, sino porque siempre surgen un montón de cosas que hacer. Cuando vivía en Galicia tenía mis ochocientos metros cuadrados de césped odioso empeñado en crecer, crecer y crecer, queriendo ser cortados cada semana. Todas las plantitas que habíamos puesto en el jardín, trozos de hierba que replantar, los perros comiéndose de cuando en cuando algún aspersor del riego automático, cosas que limpiar, techos del baño que pintar, pequeñas grietecillas que rellenar, bisagras que chirrían, un enchufe que falla a veces, la junta de alguna tubería pierde agua, la bomba del pozo de pronto dice basta, la fosa séptica que se llena y no sigo porque me agoto sólo de pensarlo. Aprende uno albañilería, fontanería, electricidad, jardinería y cuántas cosas más…

Cuando nos vinimos aquí alquilamos una casita y oye, qué maravilla. Cualquier cosa que se averíe se llama al señor casero y él se las apañe, claro que como es nuevecita del trinque (no la conseguía vender así que la puso en alquiler) no se avería nada. Tiene un trocito de terreno y en el alquiler se incluye el paso de una empresa de jardinería un par de veces al mes para cortar la hierba, así me puedo dedicar mas profesionalmente a mi actividad favorita: rascarme las pelotas el día entero. Cuando sea deporte olímpico, España arrasará sin la menor duda. Si, ya sé, estando de alquiler la casa nunca es mía y la pasta que pago de alquiler es dinero tirado, pero viendo cómo se está poniendo el país, no estar atado por una hipoteca ni deberle nada a nadie te da una tranquilidad y una capacidad de maniobra que si las cosas se ponen feas de verdad (a la griega), rápidamente cambiamos de pueblo, de ciudad o de país sin pensárnoslo dos veces.

En fin, digresiones aparte, volvemos al tema de las tareas de mantenimiento en una casa. Allá en Galicia nos habían pasado cosas tan curiosas como que de pronto, un interruptor de la luz empezó a oler a muerto. Si, ya sé que suena un poco raro, pero salía un olor a podredumbre, a bicho muerto de la caja del interruptor que apestaba. Y como no podía ser de otra manera, era en el interruptor del dormitorio principal que es donde más fastidia. Desmonto interruptor y no hay nada, pero el olor procedía de uno de esos tubos negros arrugados por donde vienen los cables. Abre cajas de distribución de cables por toda la casa a la búsqueda del origen del olor. Al abrir una, donde estaba el amplificador de la antena de TV, encuentro un montón de cagadas de ratón (como granos de arroz pero negros) y los cables de antena roidos. Madre mía, que se nos ha metido un ratón por los tubos de la pared, ha palmado allí mismo y está afiambrándose sabe dios donde… pues no hubo manera, por más que busqué no lo encontré y acabé optando por taponar los tubos con pegotes de silicona, no solucionaba el asunto pero lo disimulaba.

Toda esta introducción es para comentar que las casas son una fuente de curiosas sorpresas. Y donde vivo ahora no podía ser menos. Estos días atrás en la bajada al garaje noto también un olor extraño, como a queso podrido o algo así. Vaya, vaya… busca aquí, busca allá y no veo nada raro. Tras darle cien vueltas al final me fijé en esta arqueta que está en el suelo de cemento.
Arqueta en el suelo
¿Qué habrá debajo? ¿Se habrá muerto David el gnomo dentro y eso provoca el mal olor? Ni corto ni perezoso la levante y… casi se me caen los huevos al suelo con la impresión. ¿Qué había debajo? Véanlo ustedes mismos.
Cocido montañés en la arqueta
¡¡¡Chorizo y tocino!!! ¡La mitad de los ingredientes de un cocido montañés bajo la arqueta del suelo! Y no estaban resecos, no, los metí en una bolsa para tirarlos y aún estaban blanditos. ¿De donde salieron? Ni la más remota idea. De mi casa no, seguro, salvo que lo pusiera ahí el fantasma de algún habitante de estas tierras antes de que hicieran la urbanización. Por curiosidad tiré de la cadena de un WC y no pasó nada. Abrí un grifo y efectivamente, empezó a correr agua desde la tubería gris a la de color naranja. Pero que yo sepa, de mis grifos no sale chorizo y tocino… si alguien tiene alguna idea sobre el origen de estos elementos, por favor, que hable ahora y no calle para siempre…

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