Sigo coleccionando fotos de faros allá donde voy. Si paso por Biarritz, teniendo faro era sabido que le iba sacar unas cuántas fotos. Aunque ya salieron en un par de entradas (ésta y ésta otra) hoy toca una aproximación descriptiva y novelada. Asà se ve desde la «Grande Plage«, por situación y dimensiones, el equivalente francés del Sardinero santanderino.
Como uno es muy de gastar zapatilla, nos fuimos andando hasta el final de la playa cruzando un pasadizo en la roca que hay más o menos por la mitad. Subimos unas escaleras de piedra, otros quinientos metros de caminata para desesperación de la parienta y finalmente aparecimos en lo alto de la Punta Saint Martin al pie de un faro enorme, grandote y pintado de blanco, que asà a bote pronto por la forma y color me recuerda más a los faros portugueses que a los españoles.
En España tienen la fecha de construcción en la veleta. Aquà optaron por facilitar las cosas y pintaron el año en la base del faro. Digo facilitar porque en los nuestros cuesta lo suyo verlo. Generalmente saco una foto, la visualizo en la pantalla de la cámara, hago zoom a todo lo que da y asà puedo leerlo, sino ni de coña podrÃa distinguir un numerito pequeño embutido en la flecha de una veleta.
A continuación leo un cartel que hay allà al lado y dice que el faro se puso en funcionamiento el uno de febrero de 1834. Vale… pues ya podÃan aclarar entonces a qué viene el 1831, que me quedo con la duda e igual no duermo hoy por la noche con la preocupación.
Fijaros en la linterna del faro. ¡Gente! ¡Hay gente! ¿Qué quiere decir eso? Que es visitable, pero por raro que parezca esta vez no subÃ. Entre que habÃa que esperar un rato, la caminata anterior, que la parienta estaba más cansada y la tendrÃa que dejar sola abajo, al final se quedó para la siguiente visita.
El faro está en medio de un pequeño parque donde también se encuentra la hélice del Frans Hals que se distingue arriba a la derecha y ésto otro, un reloj de sol con un diseño que nunca habÃa visto. Esa pieza central que tiene grabada una lÃnea recta tiene también grabadas una serie de fechas. Se trata de ponerse con los talones apoyados en la fecha más proxima a la del dÃa de hoy y (se supone) tu sombra indicará la hora en uno de esos pivotes pequeños del borde, que tienen un número grabado.
Aquà las instrucciones en francés, que aunque no sea lo mÃo se entiende bastante bien. Esto indica la hora solar local. Luego hay que transformar la hora solar en la hora real y ahà siempre me lÃo, no sé si es una hora más, una menos, dos más o una menos por la mañana y una más por la tarde… si me fÃo de un reloj asà al final acabarÃa viviendo en la hora de Irán.