Pues eso es lo que va a pasar con éste arbolito situado justo delante del Planetarium santanderino. Una de sus ramas ha decidido pedir la independencia del tronco principal sin referéndum ni nada y se ha desgajado. Supongo que a dÃa de hoy ya habrán pasado por allà los operarios del ayuntamiento con su motosierra y de la rama no queda ni una astilla.
Menos mal que no pilló a nadie debajo, porque aquello de «quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija» será cierto a veces, pero en este caso más me inclinarÃa por «quien a buen árbol se arrima buen dolor de cabeza le bendiga».