Hora de comer

Ya que al mediodía comentaba el paso frustrado por San Vicente de la Barquera, notificar que tal hecho sucedió a la hora de comer, pudiendo contemplar cómo en medio de la multitud, los locales de papeo estaban a cada cual más lleno y hacían harto complicado el proceso de darse un homenaje gastronómico como dios manda. No obstante, a pesar de ser uno ciertamente abstruso y semilerdo, a veces la neurona reacciona con presteza sobre todo en las cuestiones de darle al diente, recordando hábilmente que en el camino de la playa de Merón a San Vicente habíamos pasado delante de un local con buena pinta y alta ocupación, claro símbolo de que mal no se debía comer.

Hete aquí el chiringuito: el Rincón del Jamón 2. Situado frente a la playa de El Tostadero, terraza en los soportales para ponerse moreno mientras te pones morado, fijaros qué paradoja colorística. Fácil aparcamiento en los alrededores, atención rápida y amable, buen precio, nos zampamos unas rabas, unas croquetas de jamón especialmente impresionantes y las primeras sardinas del año que junto a una jarra de cerveza se bastaron para alegrarme el resto del día.