Una de las cosas que mas me llamó la atención de la zona de Polientes y alrededores fue la abundancia de iglesias rupestres, entendiendo como tal no iglesias en entornos rurales sino directamente excavadas en la roca o hechas aprovechando alguna oquedad natural en medio de una piedra de considerables dimensiones. Vean ustedes a qué me refiero, un pedazo piedro enorme con su puerta y sus ventanitas situada en el pueblo de Cadalso (toma nombrecito alegre).
Observándolo se aprecia como todos los huecos son obra de la mano del hombre, porque no creo que la naturaleza haga agujeros recto asà de perfectos, con arcos y biseles incorporados.
Lo que vi por dentro tampoco era muy allá, paredes desnudas, alguna imagen de la virgen, flores y un altar. No sé si darán misa aquà alguna vez, pero suerte que el pueblo es pequeñito porque más de quince personas no creo que quepan dentro.
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