Me encanta caminar por la Puebla Vieja de Laredo. Además de los sitios para comer (lo más importante primero, por supuesto), de los monumentos y las vistas sobre el pueblo, en cada esquina parece que te puedes encontrar una sorpresa en forma de mural o más bien un cuadro bastante real pintado en la pared. Esto es lo que hay frente a la casa que habitó Carlos V: un cuadrito explicativo conforme doña Juana de Castilla pasó por aquà en 1496 antes de irse a Flandes.
En una transversal, otra casa con puerta y ventanas decoradas.La puerta pintada como una puerta de madera y las ventanas ambas con mensaje.
En la de la izquierda una mujer se asoma tapándose la cara.
En la ventana derecha una nota dibujada pide silencio para que el niño siga durmiendo.
En una casa de otra transversal que no tengan una ventana de verdad no quiere decir que no puedan tenerla aunque sea de mentira, pintada en la pared con su maceta correspondiente.
Con lo que me gusta eso de ir descubriendo rincones curiosos de pueblos y ciudades, os podéis imaginar cómo llevo los ojos de abiertos cada vez que me paseo por estas callejuelas.
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