Insisto, la gente sigue sin perdonar ni olvidar. Los bancos se las apañaron para agenciarse del dinero ajeno pero los ajenos no se rinden y quieren su dinero de vuelta. Bankia fueron otros que se lucieron con el tema asà que fijaros cómo les dejaron el fin de semana pasado una sucursal en Castro Urdiales.
Carteles y más carteles, tanto a nivel de calle como en el primer piso.
Carteles de todos tipos, letras, dibujitos, humor, avisos…
El cajero automático también empapelado, no vaya a ser que alguien saque pasta sin enterarse del tema. Faltaba un cartel bien grande justo en medio de la pantalla, por si viene algún despistado.
Y como no, el cartelote tÃpico al que todos echamos una mirada. No porque no hayamos picado unas cuántas veces en lo mismo, más que nada por si esta vez es de verdad. ¡Ay, como me lea la parienta! Me caen esterazos hasta en el carnet de identidad…