Después de mostrar el exterior de la Colegiata de Castañeda, vámonos a echar una ojeada al interior donde hay lo que suelen tener las iglesias dentro. Lo primero, un altar sin retablo. Cosa curiosa que aprovecharon la ventana para clavar la cruz de cristo, que ande con cuidado que las corrientes de aire en la espalda son matadoras y lo dice uno que hace años acabó en urgencias con una contractura matadora por cenar en una terraza con corriente a la altura de los hombros.
Media vuelta y se ve el órgano sobre la puerta de entrada, según una inscripción es del 2009.
Una nave lateral, ahà al fondo a la izquierda sà que tienen un retablo y como hay bancos pero no vista directa del cura, han puesto una tele grandota para retransmitir las mejores jugadas.
De todas las estatuas que hay allÃ, la más conocida creo que es esta. Intentad adivinad cómo se llama.
¿Véis eso que tiene en la mano? Se supone que es una manzana. Por lo tanto… efectivamente, ¡La Virgen de la Manzana!
Pero no sólo ésta tiene interés. Buscando bien hay unos cuántos detalles curiosos. Fijaros arriba a la izquierda.
¡Ostras! ¿Qué lleva este hombre en la espalda? ¿Un koala? ¿Un teletubbie de la época?
Aunque extraoficialmente sea la colegiata de Castañeda, el nombre más oficial es «Colegiata de Santa Cruz». Esto se debe a que tienen un relicario con (se supone) un trozo de la cruz donde crucificaron a Jesucristo, aunque viendo la cantidad de reliquias similares que hay desperdigadas por el mundo, a Jesús debieron crucificarlo en una cruz de treinta metros de alto por quince ancho por lo menos.
En el techo sobre la reliquia anterior hay otra figura interesante, una por el colorido y otra porque no sé si estará leyendo o escribiendo, pero muy normal no es usar una cabeza de vaca para apoyar el libro.
Aunque no lo habÃa comentado, iba en una visita guiada. Te cobran un euro, creo recordar, y una señora te va explicando de forma muy amena todos los detalles de la iglesia. Mucho más entretenido que verlo por tu cuenta. Total, que te pasas hora y media tranquilamente. Y aún faltan por ver las estatuas de piedra y otros elementos que habÃa por los alrededores, que lo dejaremos para siguientes entradas.