Hace unos meses mostré la estatua de Diego del Barco que hay en Laredo, el hombre del plumero en el gorro. Este fin de semana volvà a pasar por allà para comprobar que le han añadido un elemento que corrobora el caracter festivo y «festeiro» de la villa pejina.
Se distingue, ¿verdad? ¿Será que la estatua también sale de farra el sábado por la noche?
SÃ, podrÃa decir aquello de todo hueco es papelera y tal y cual, pero vamos, también tengo que reconocer que tanto a la forma de la mano como a la pose le quedan que ni pintados esos vasos.