En una primera entrada llamada «La otra Casa Blanca» mostraba la residencia del Marqués de Valdecilla, en Solares. Alrededor de la casa hay una finca de extensión más que respetable llena de árboles y jardines, con una casita para sirvientes en todo lo alto que si me la regalaran no iba a decir yo que no. Ya sólo por las vistas merecerÃa la pena.
Además de las casas hay varias estatuas y una fuente llena de angelotes retozando en una enorme concha sostenida por un cisne.
Qué bonita, qué bien hechitos y qué bien se conservan. Menos mal que esto no es América, si no ya hubieran denunciado al autor por poner muñequitos de niños en pelotas en una fuente. Y a los padres de los angelotes por sobrealimentarlos que están un poco gorditos. Y a todo el que lo mire mas de dos segundos, denunciado por pervertido sesuá. Qué le vamos a hacer si ellos son asÃ.