La de Laredo, concretamente. Hay algunos tramos del paseo marÃtimo en que la duna que se forma a su lado deja nos totalmente sin vistas al mar, se ve la duna y poco más. Ni que te pongas de puntillas, ni que te subas a la barandilla, nada, que no hay mar.
Si por mi fuera sacaba una excavadora de paseo y allanaba todo hasta que quedasen unas vistas como está mandado, como aquà abajo, el horizonte despejado hasta el infinito y más allá.
Claro que decir cosas como ésta es arriesgarse a que te pongan a pan pedir porque la arena es un bichosistema, tiene plantitas, anidan pajaritos y hay pulguitas saltarinas que tienen allà su casita. Seguro que de quitar algo, quitarÃan el paseo marÃtimo. Y si no, que se lo digan a los vigueses por lo que llevan años pensando hacer en Samil.