Antes de pasarnos por el espigon de San Vicente de la Barquera y ver a dos chicas con un par hicimos una paradita en el Cabo de Oyambre. Se puede llegar casi hasta la punta con el coche, aparcas en cualquier esquina y si quieres aire libre, ventolera y buena vista vas andando hasta la Punta Penaentera que es la de la foto.
De todas formas, aunque no llegues a la punta, las vistas son de impresión sobre todo en un dÃa con marea alta y mar medio revuelto.
Cómo me recordaba a la playa de Vilapraia de Ancora y esas olas que rompen medio kilómetro antes de la orilla.
Se podÃa bajar a la playa y dar un buen paseo, aunque el primer tramo es de cuidado porque en vez de arena hay unas piedrecitas que hacen buenas a las de Niza. Ideal para torcerse un tobillo.
Disfrutando del paisaje estaba cuando… anda… ¿qué pinta una aglomeración de tractores aquà abajo? Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete…
Además todos tenÃan una especie de remolque muy raro, una estructura cuadrada de la que colgaban hierros en plan arado y dos ruedas orientadas hacia dios sabe donde.
Por la parte de arriba aún más, otros cinco aparcados con el mismo remolque. En la vida habÃa visto algo asÃ.
DÃas después me enteré de golpe gracias a este artÃculo del Diario Montañés. Quien me iba a decir que son tractores dedicados a la recogida de algas. Pues mira, ya aprendà una cosa más.
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