En una primera entrada os comentaba mi llegada a Sargentes de la Lora, la Texas burgalesa. ¿De dónde viene ese nombre? Viene de que, aunque parezca increÃble, aquà tienen un campo petrólÃfero con sus pozos, su maquinaria para extraerlo y sus depósitos. En 1964 encontraron un yacimiento y eso hizo creer en una época de prosperidad y desarrollo para la región. Por desgracia ni habÃa suficiente petróleo ni era lo suficientemente puro como para ser rentable y aquello se quedó en un sueño como bien podéis leer en este interesantÃsimo artÃculo.
Esta era otra de esas visitas que tenÃa pendientes desde hacÃa un montón de tiempo, hasta que un dÃa se enciende la bombillita y hala, vámonos a La Lora. Cuando estás a punto de llegar al pueblo se ven cosas como esta.
Una máquina de extracción de petróleo trabajando en medio de un campo, con su depósito correspondiente al lado. Hay un montón de ellas asà que vámonos cerquita para retratarla en primer plano.
A estos cacharros les llaman «caballitos». En la parte izquierda tienen un motor alimentado directamente desde el pozo que mueve el balancÃn de arriba y un contrapeso enorme, supongo será el que le da la fuerza suficiente para moverse y seguir extrayendo.
A la derecha está el agujero, un émbolo que sube y baja junto con las tuberÃas por las que saldrá el petróleo hacia el depósito. Todo pringosillo y con un notable tufo petrolero por las inmediaciones, menuda peste daba aquello. No es un olor a granja de vacas pero tampoco resultaba agradable.
Foto del motor por si alguien tiene especial interés en verlo. No sonaba a coche o moto, sonaba más bien a tos de abuelo asmático. En otro pozo vi que McGyver debió hacer unas prácticas de mecánica por la zona, sobre el escape del motor se veÃa una lata recortada y enganchada con unos alambres para recoger que lo que pueda gotear. Caserillo 100% pero efectivo, que es lo que cuenta.
Según vayáis recorriendo el campo petrolÃfero esto es lo que se verá una y otra vez, pozos, pozos y más pozos, unos en funcionamiento y otros no. Unos con valla alrededor y otros totalmente despejados. Yo alucinando porque nunca habÃa visto nada similar, asà que a sacar fotos se ha dicho que estas cosas me encantan.
Finalizamos con vÃdeo de un pozo en funcionamiento para que veáis el lento movimiento del trasto y ese ruido a vespino del motor. No es muy glamouroso, no es como para hacer una pelÃcula de Hollywood pero contribuye a la cultura general del populacho (entre el que me incluyo).
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