Si a Liérganes el verano le trae un montón de visitantes por sus calles, a Llanes en la costa este asturiana le pasa lo mismo pero multiplicado por cien. Por estas calles hemos paseado algún domingo de invierno en la soledad más absoluta. ¿En verano? Ya véis…
Terrazas que otros meses ni siquiera existen, al llegar los meses de calor se ponen de bote en bote. ¿Dónde estar más a gusto que en la sombra de una de las plazas del pueblo, sentado tan ricamente y con una cervecita fresca delante?
Y en la playa lo mismo, un montón de personal tomando el sol y chapuzando. Por cierto que ya tienen corregido el derrumbamiento que vi hace un añito.
Adiós al montón de pedruscos caÃdos y bienvenido sea un muro nuevo, aunque viendo el estado de la ladera no estarÃa yo muy tranquilo tomando el sol justo debajo.