Madre mÃa, cómo se está quedando la estatua del pescador en la playa de La Maruca. Ya pueden ir pensando en hacerle una reformilla de chapa y pintura, porque al paso que vamos un par de añitos y se queda para el arrastre. Asà estaba a finales del año pasado. Algo despintada, pero bueno, bastante enterita.
Y asà es cómo está ahora. De lejos no se aprecia mucha diferencia.
Pero si nos acercamos, vaya si cambia. Más desconchados en la pintura, adiós a los restos del remo y adiós incluso a parte de una mano. La otra mano ya habÃa desaparecido anteriormente. Cualquier invierno viene un temporal y nos lo encontramos al dÃa siguiente sin cabeza.
A ver si se animan a reconstruirla un poco, que con dos sacos de cemento, un palo para el remo y un par de botes de pintura hacen la ñapa rápidamente por cuatro duros y lo dejan listo para los siguientes diez añitos.