Playa de la Virgen del Mar. Acantilados. Temporal de mar y viento. Olas enormes. Y nunca falta quien o quienes se asoman al bordillo para contemplar la fuerza de la naturaleza lo más cerca posible. Claro, asà pasa lo que pasa, luego viene un golpe de mar y tenemos una tonelada de agua cayendo sobre el personal, que si sólo te moja no pasa nada, pero si te manda contra las rocas o te lleva a la corriente, la cosa deja de tener gracia.
Recordadlo bien, mucho respeto al mar, que cuando menos lo esperas te la puede jugar, sea en forma de mojadura como me pasó a mi o cosas peores, no en vano este año está habiendo un montón de desaparecidos por golpes de mar desde Galicia a Biarritz.