Al hilo de lo que comentaba el otro dÃa, una curiosidad de encontrarse el territorio cántabro «compartimentado» en valles y montañas es que cuando aparece la niebla, aparece por barrios.
Un valle cubierto completamente de niebla, sus habitantes seguro que aún no habÃan visto la luz del sol, y en cambio en el valle de al lado todo despejado y sin una nube en el horizonte.
Como el valle está bastante cerradito, ahà se queda atascada la niebla contra la montaña y no se va hasta que la fuerza del sol consigue vencerla. En los valles que tienen un lado abierto serÃa bonito ver cómo va fluyendo lentamente de un valle a otro, pero mira, para esas cosas de sentarse y esperar dos horas a que la niebla tenga a bien moverse un kilómetro para allá me falta paciencia.