Pero qué bonitos son los reflejos a la hora de sacar fotos, oiga. En cuanto pillas un sol no abrasador y unas aguas tranquilas que reflejen un cielo aborregado, raro es que no salga algo medianamente decente, como esta vez en las Marisma de Joyel cerquita de Santoña.
Esta marisma forma parte del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, que es donde desemboca el rÃo Asón (el que nace en una famosa cascada). Si eres de los de fotografiar bichos, aquà hay pájaros a punta pala. Y si eres más de los de paisajes, habiendo agua, montañas, barcos, ruinas y reflejos seguro que también te lo pasas de miedo.