Siempre que ando cerca me gusta ir a ver los bichos en el minizoo de la Magdalena. Sobre todo las focas y los leones marinos, porque a los pingüinos los veo tan apalominados, tan miedosos, que no hacen mucha gracia. En cambio la focas nadan y nadan felices, asoman la cabeza, se vuelven a esconder, reaparecen aquà o allá y a veces te las encuentras echándose la siesta ricamente al sol.
Los leones marinos también, anda que no son bonitos, tienen cara de simpáticos y casi apetece bajar a jugar un rato con ellos. Claro que me abstengo, porque alguno tiene una mala leche que mejor no llevarle la contraria. Tus piernas lo agradecerán.