Digamos que fotográficamente soy «El niño de los detalles». Sacar paisajes está bien, sacar playas, montañas, monumentos, pues sÃ, pero ya el famoso dicho nos indica que «el diablo está en los detalles». El morbo y la carnaza no está en una montaña sino en los carteles, las inscripciones, las esquinitas, asà que cartel que veo, cartel que voy a echar una ojeada. Placa que veo, placa que voy a leer qué pone. ¿Una chapa en la apertura de una presa en Orbaneja del Castillo? Allá vamos a leerla.
Y no sólo leer su contenido, también retratarla para dejar constancia por aquà de su existencia y del mensaje que transmite al mundo. Esta, por ejemplo, hace referencia al año de construcción, los autores del proyecto y los pueblos que salieron beneficiados con su construcción. Mira tú qué informativos estaban hechos por aquellas épocas.