Que no pudiera llegar a mi destino el otro dÃa cuando me encontré con el granizo en la carretera no quiere decir que me volviera para casa. Saqué el mapa, lo mas cercano era Liérganes y como hacÃa tiempo que no pasaba por allà me fui a dar una vuelta por ver cómo sigue el pueblo. Seguir sigue igual, con sus casas antiguas, sus paseos, su rio, aunque esta vez con un enorme caudal de agua por las lluvias y los deshielos.
Sus tiendas, escaparates… y ahà ya no me pude resistir. Anda, mira, si los de Dougalls han sacado un par de cervezas nuevas, eso hay que probarlo. Y qué buena pinta tienen esos lazos con miel, y las cocadas, y el pote ese de «olla ferroviaria» (impresionante mezcla de alubias rojas, chorizo, morcilla)…
Hay que ver qué trabajadores son los de Dougalls, además de las tres cervezas que ya habÃa probado, ahora han sacado una llamada «Raquera» rubia y fresquita y otra llamada «Invierno» que, con sabor afrutado y casi 7º de alcohol, promete ser una bomba. Si están igual de buenas que las anteriores habrá merecido la pena el desvÃo a Liérganes.