Que por suerte no son de piedra, si no de comer. Este es el siguiente capÃtulo de la saga «Dulces cántabros», esa que debe ir por el décimo capÃtulo y aún le quedan unos cuántos. De la última visita a Potes me habÃa traÃdo una botella de vino dulce lebaniego y una bolsa de Rocas de Liébana, que es como se conoce a estos dulces.
En los ingredientes ya véis que no tiene mucha complicación: harina, mantequilla, sal, clara de huevo, azúcar y almendras para hacer unos cuadraditos bastante duros que se dejan comer solos. Y acompañados por una copita del vino que os decÃa antes, mejor aún.
4 comentarios Escribir un comentario