De siempre he tenido una querencia por las rotondas y por los extraños engendros que les colocaban encima. Gran descubrimiento ha sido Torrelavega para entretener esta filia mÃa, con sus rotondas de chapa, sus rotondas con palomar y otras más que me fui a fotografiar hace unos dÃas. Si estáis interesados en verlas, os acercáis al campo con letras y seguÃs derechitos por la calle que pasa por delante.
La primera es una que parece el bastidor de la rotonda de chapa mencionada anteriormente pero sin las placas exteriores. Con sus cables correspondientes, como no, porque no me libro de ellos vaya donde vaya.
Un poquito más cerca… bueno, por lo menos es distinta.
Desde otro ángulo, se ve cómo está compuesta por dos cuadrados unidos en un ángulo de 90º que tienen apoyados encima otro elemento similar pero girado 180º con respecto al de abajo.
Seguimos andando y aparece otra rotonda: la de los piedros.
¿Porqué le llamo as� Porque esta es un modelo clásico más sencillo, más económico y de mantenimiento reducido. Se hace la rotonda, se ponen unos piedros encima y aquà paz y después gloria.
Pero por lo que pude ver son piedros-piedros sacados directamente de su entorno natural, sin labrar, esculpir, trabajar ni gastar mucho tiempo en su procesamiento. De la cantera a la rotonda y tiro porque me toca.
Recorremos un pequeño tramo a continuación para llegar a la tercera y última que veremos hoy. La… «cosa», que otra palabra no me sale.
¿Que qué es esto? ¿Me lo preguntáis a mi? No sé, de frente me parece John Travolta en «Fiebre del sábado noche», con las piernas cruzadas y el brazo para arriba con el dedo en alto. Claro que mi opinión no puede ser representativa de nada debido a la reiterada cantidad de golpes que me di en la cabeza cuando era pequeño y a la afectación neuronal que ello puede conllevar.
A lo mejor es el periscopio de un submarino cubista… quien sabe. Pero seguro que hasta tiene una curiosa historia detrás y todo. Como interesante es otra que me contaron de Torrelavega: un conocido personaje de la ciudad al que le dedicaron una calle se ofrece a donar gratuitamente una obra para poner sobre una rotonda. Pero claro, al ser gratis no hay quien «pille cacho» y por más que lo intentó no hubo forma. No digo más porque quisiera confirmar la historia con más detalles, pero ¿porqué será que me lo creo, lo veo perfectamente factible y suena 100% a las cosas que pasan a veces en este paÃs?
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