La playa de Somo es un paraÃso para surferos y kitesurfers, a juzgar por la cantidad de ellos que se reunen. Mientras está uno tumbado al sol como una lagartija o paseando por la orilla ver a los los surferos es más aburrido porque se pasan casi todo el rato tumbados en la tabla esperando que llegue una ola, pero los kitesurfers son otro cantar. No paran, propulsados por sus cometas se van para un lado, para otro y por el medio de dan para sacar unas cuántas fotos majas.
Aquà tenéis a uno dale que te pego a la faena, en el rato que estuve sacándole fotos iba, venÃa, volvÃa a irse, vuelta otra vez, un no parar.
Lo mejor de todo es que de cuando en cuando se animan y pegan unos saltos de impresión propulsados por su miniparacaÃdas. Tiene pinta de ser entretenido este deporte, aunque a juzgar por la de visitas al hospital de un amigo al que le gustaba, me voy a abstener de experimentar con él vista mi propensión a darme castañazos y mis problemillas con el mar y sus corrientes.