Visto en la calle San José, en una librerÃa. Ya que hay un montón de «jetas» que se aprovechan de sus puestos públicos para pegarse la gran vidorra a nuestra cuenta, por lo menos que compartan…
Opacas, transparentes, traslúcidas, negras, verdes, o de charol, lo que sea porque viendo cómo está el panorama me parece que no están los comercios como para hacer distingos por el color de las tarjetas. Mucho ánimo desde aquà a todos los comerciantes porque son unos valientes. Dirán en la tele que hay brotes verdes y esto va p’arriba, pero hablas con ellos y la sensación es todo lo contrario. Que no digo que alguno no aproveche para lloriquear un rato y no le va tan mal como cuenta, pero la sensación es que las cosas pintan feas, feas, feas. Entre que la gente consume lo mÃnimo y el fin de las rentas antiguas el próximo uno de enero, la escabechina en el comercio está servida.