Volvemos al relato de la visita al Palacio de Sobrellano, que iba de mala gana porque no se podÃa sacar fotos pero cuál serÃa mi sorpresa cuando la guÃa nos dijo que sÃ. Pues hala, hala, a documentar todo el recorrido para los egregios lectores de mi humilde blog.
Primera estancia: un saloncito con muebles de época y una mesa de billar enorme. Nos explicaron que hace unos años el Marqués de Comillas vendió el Palacio al Gobierno de Cantabria pero sin muebles, de modo que para rellenarlo tuvieron que poner los que buenamente pudieron. Y para rematar, un busto de Cristobal Colón ahà a la izquierda que alegra cualquier rincón.
Siguiente estancia: el comedor, con chimenea al fondo, mesa extensible hasta cuarenta invitados y una lámpara que dios coja confesado al que le toque limpiarla.
Comedor de los niños, de menor tamaño que el comedor anterior, con su mesita pequeña, chimenea pequeña, alfombra pequeña y poco más.
El salón de recepciones, creo recordar. Tres cosas especialmente llamativas: los techos altÃsimos, los dos sillones de enfrente y las pinturas en la paredes allá arriba.
Ya me imagino la escena, el Marqués de Comillas y su señora sentados, y una fila de visitantes presentándoles sus respetos en un besamanos sin fin. Espero que por lo menos les pusieran un cojÃn, porque pasarse un par de horas con la espalda apoyada en esa madera con relieves es para irse directo al fisioterapeuta justo al acabar la recepción.
Un par de imágenes con las pinturas de arriba. En la primera se ve la inauguración de la capilla de Comillas (supongo que será la capilla que hay al lado del palacio), en la otra un desfile de barcos de la marina en la bahÃa de Comillas para disfrute del Rey, del Marqués y de sus invitados.
Pasamos a la siguiente para encontrarnos una sala pequeña si la comparamos con el salón anterior que se ve tras las puertas. Aquà hay un piano y su silla, un par de asientos y tres cuadros con los anteriores Marqueses de Comillas (creo recordar que eran ellos).
Esto es la antesala de un pequeño museo y una biblioteca, que se quedan para la tercera entrada porque aún tienen unas cuántas cosas que comentar y si me pongo a la faena queda una entrada más larga que un dÃa sin pan…