No sólo se aprovechan aquà las oquedades en las montañas para hacer iglesias rupestres, hay quien también aprovecha para hacerse un chalecito o como dirÃa en su jerigonza particular la antigua ministra de Vivienda Maria Antonia Trujillo, «una solución habitacional de montaña».
Aquà está, en un alto pegadito a la carretera que lleva hasta Alto Campoo, pintado en colores alegres y con la chimenea saliendo por encima del monte. Ese dÃa incluso habÃa un buitre un poquito más arriba. Suerte que aguantó lo justo para poderlo retratar porque estos bichos son de lo más desconfiado. O los fotografÃas desde bastante lejos o desde dentro del coche, porque en cuanto te ven asomar les falta tiempo para irse. Estoy por llevar un hueso de jamón en el maletero del coche y tirárselo al primero que vea asomar, asà podrÃa comprobar en primera persona si les puede el miedo o la gula.
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