O más bien la tecnologÃa, al servicio de la mierda. La de vaca, concretamente. En cuanto llega la primavera, en todos los campos de los alrededores se produce la misma rutina. Un dÃa cortan la hierba, otro hacen rollos envueltos en plástico negro y al dÃa siguiente aparece un tractor con un remolque como éste repartiendo mierda de vaca en estado semi-lÃquido para abonar todo el campo.
Miles y miles de litros de purÃn esparcidos por la hierba para nutrir la tierra, y si tienes la desgracia de estar a sotavento o que el viento sople en dirección a tu casa, la alegrÃa ambiental está asegurada por unas cuántas horas. Cuanto trasto, cuánto tubo, cuanto conector al servicio de la peste que mandan los chismes éstos. Otra de las cosas bonitas que tiene vivir en el campo.