Alguna vez ya hice referencia a los curiosos nombres que alguna gente le pone a sus empresas, pero lo que vi en Oviedo me dejó absolutamente ojiplático y sin palabras me hallo aún…
Vale que a lo mejor es el apellido, el apodo o lo que sea del dueño, pero hombre, ponerle a la empresa un nombre con semejantes connotaciones no me parece que sea empezar con un buen pie… como para tener que hacerle una campaña publicitaria en la radio o en la tele, iba a ser trending topic en cinco minutos.