Parece que en Bilbao la norma a la hora de hacer edificios es «torre grande, ande o no ande», porque además de la de Iberdrola, mientras paseaba por la orilla de la rÃa mis ojos toparon con un par de torres enoooooormes que no recordaba de visitas anteriores, cosas de andar más callejeando, a la busca del trinomio pincho+vino+moña o sacándole fotos al Guggenheim, como suele ser común en todo aquel que pisa esa zona. Fijaros si las torrecitas son llamativas o no, y más con todo ese acristalamiento azulado.
Buscando más información las diseñó el arquitecto japonés Isozaki (de ahà su nombre) junto con esos edificios que están pegaditos, incorporados a las torres. Curiosamente para los de Galicia que me leáis, el mismo que diseñó el Domus de La Coruña.
Eso si, leer que el precio de las viviendas ahà dentro oscilaban entre los cuatrocientos y los ochocientos mil euros me dejó de piedra, madre mÃa, y lo que pagarán de comunidad o el clavo que les pueden pegar cuando haya que pagar un cambio de ascensor…